
Cuando las enfermeras lloran
Como enfermeras, tenemos una enorme responsabilidad y el privilegio de hacer una diferencia positiva en las vidas de los pacientes y las familias que cuidamos. En la vida a veces la experiencia de muerte es inesperada y casi insoportable. En ciertas situaciones, expresar emoción genuina puede ser una manera sincera para proporcionar apoyo emocional.
A pesar de que han pasado más de 30 años, Tnbutterfly, la autora de este artículo, recuerda su primera muerte en pediatría. Fue horrible. Un bebé de cuatro meses de edad con un defecto congénito del corazón iba a ser dado de alta por la tarde. Tenía que ir a casa y crecer un poco más antes de someterse a una cirugía que corregiría su anomalía cardíaca.
Tnbutterfly acababa de salir de la habitación y el bebé se estaba riendo y jugando en el regazo de su padre. Tan tierno ….. El padre frenético de repente apareció en el pasillo con el bebé en sus brazos. Él ya no estaba riendo, pero su pequeño cuerpo estaba sin vida, con el rostro muy pálido.
Nos lo llevaron a la sala de tratamiento y el médico del bebé fue notificado. Cualquier código no es agradable, pero un código azul en un piso de Pediatría es una experiencia terrible.
La pequeña sala de tratamiento estaba con un alto nivel de actividad y ansiedad. Muchos no estaban seguros de las dosis a administrar por ser tan pequeño, pero estaban dispuestos a ayudar en lo que sea que pudiesen. El pediatra del bebé llegó y se hizo cargo. A pesar del continuo y valientes esfuerzos, el bebé no sobrevivió.
“Estábamos agotados todos …… emocionalmente y físicamente. La familia quedó devastada al igual que todo el equipo médico, con lágrimas en los rostros. Había tantas lágrimas. Incluso el pediatra estaba llorando. Así que es muy triste ……….”
Los padres estaban abrazados, llorando en silencio, ya que el médico y las enfermeras trataron de ofrecer su apoyo. Frente a una crisis tan agobiante y dolorosa, las enfermeras fueron capaces de hacer una diferencia en el cuidado tierno y compasivo a la madre, padre y familia …. a través de sus lágrimas.
Debido a la naturaleza de nuestro trabajo, las enfermeras encuentran muchas situaciones de dolor, muerte y crisis. A pesar de que con frecuencia otros lloraban alrededor de nosotras, tratamos de mantener un “nivel de profesionalismo”, en mantener nuestras emociones bajo control, sobre todo delante del paciente y/o su familia, o el resto del personal.
Algunas personas ven un despliegue de emoción como una debilidad, y suprimen sus sentimientos, viéndose controlados en todo momento. “Como enfermera, sin duda es necesario controlar las emociones para que se pueda manejar una situación y proveer cuidado físico adecuado y seguro para el paciente. Pero no mostrar nuestras emociones ….. nuestra humanidad …… se ve tan frío e insensible. En ciertas situaciones, expresar emoción genuina puede ser una manera sincera para proporcionar apoyo emocional”.
Las enfermeras trabajan muy de cerca con sus pacientes, brindando atención íntima a la persona en su totalidad diariamente. “Vemos su lucha contra su enfermedad, y también escuchamos sus gritos de dolor”. Al compartir conversaciones íntimas e intensas con los pacientes con respecto a su cuidado, así como sus miedos y preocupaciones, se llega a saber más de ellos como persona. Es fácil llegar a sentirse unidos a ellos, a pesar de que tratamos de poner nuestros límites profesionales.
El paciente sufriendo y la muerte nos afecta como enfermeras. Nuestra respuesta es diferente en cada una de nosotras. Como enfermeras, nos esforzamos por proporcionar cuidado compasivo, compartiendo el dolor, la pérdida y el miedo experimentado por los pacientes y sus familias. Queremos hacer algo más que seguir todo el procedimiento, siendo insensible al dolor de los demás.
“Al ver a ese médico llorar abiertamente después de la muerte de ese niño hace tantos años, tuvo un impacto profundo en una enfermera muy joven que acababa de embarcarse en su carrera. Mi nivel de respeto por él como médico y como persona creció. Desde entonces, he visto muchas enfermeras y médicos derramar lágrimas en presencia del paciente y/o familia”.
Tnbutterfly sigue teniendo lágrimas en los ojos, pero ni siquiera trata de ocultarlas.
Fuente: tnbutterfly. (Nov 14, ’12). When Nurses Cry. Retrieved Thursday, Apr 04, 2013. Extracto traducido de la web el 4 de abril 2013.
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siempre recuerdo estando en internado de pediatría, me tocaba hacer una curación a un pequeñito quemado. era una curación cruenta. recuerdo haber terminado la curación, dejar a mi paciente, ordenar y salir de la sala… no pude evitar ponerme a llorar bajito eso si en la estación de enfermería… se me acercó mi profe y me dijo que eso era “poco profesional” y que tenía que sobreponerme, que si no, no servía como enfermera.
Responderrecuerdo la vez que mi primer paciente fallecció… en un minuto estaba conversando con él y al otro le estaba arreglando junto a mis técnicos de enfermería para que vinieran a buscarlo de la morgue… mi colega con mas experiencia, se me acercó, yo lloraba con moco y todo, me dijo : “Nayi… supéralo y ven que hay cosas que hacer”
…nunca pude abstraerme del dolor y el sufrimiento.
a veces llegaba a mi casa y me sentaba a llorar, o conversaba, eso me hacía mucho bien. Hablar de las personas, de mis pacientes, de su fuerza, de sus historias de vida, de el amor que había en ellos, de las enseñanzas que encontraba en sus palabras, de la esperanza a veces sentía que ellos me entregaban mas de lo que yo podía hacer por ellos… creo que darse el permiso de demostrar nuestros sentimientos es sano para nosotros y para los familiares y pacientes. Nayi Quiñones Li.
Patricia Andrea Guzman
Yo hasta hoy con 13 anos de enfermera aun siento pena y lloro por mis pacientes creo que no es malo sentir y vivir la pena nos hace humanas el dia que deje de sentir colgare mi toca y me ire a casa … lo malo es quedarse pegada con esta pena uno debe por benrficio del alma aprender a separar las cosas
ResponderMona Monera Mona
Una matrona me dijo que no servía para enfermera porque me dio pena cuando pinchaban a una guagüita. “Aquí hay que tener corazón de piedra, mijita”, me dijo. Si me desfibrilan sin RCP previa de más, pero, salvo ese caso, si se me pone el corazón de piedra será cuando renuncie y me dedique a otra cosa.
ResponderPilar Arredondo
Aún para mi es difícil enfrentar la muerte de un paciente. No creo que sea malo. Me preocuparé cuando me vuelva insensible
ResponderMarta Marucco
De mi una instructora me dijo lo mismo.. Cuando apenas empezaba la carrera.. y luego durante la residencia mi Referente.. me dijo que por ser tan floja, debia ser Psicologa.. que graciosa.. Ella nunca fue para mi un referente.. afortunadamente…
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