¿Cómo se puede obstaculizar la gestión de calidad en el cuidado de los pacientes?

Desde la existencia de la enfermería como profesión y disciplina del cuidar , se conoce claramente todo el aporte que los gestores del cuidado pueden hacer a la calidad y seguridad en la atención de los pacientes, sin embargo existen formas reales de cómo la atención que se han practicado a lo largo de la profesionalización de la enfermería.

Es necesario conocer lo bueno y lo malo de nuestras prácticas, ambas hay que gestionarlas y construir una visión holística y sistémica del escenario del cuidar.

En mi experiencia, he tenido contacto con colegas que practican en forma constante, una o varias de las siguientes formas de enfrentar el cambio y resistirse a él.

¿Qué significa pasar de una cultura oral, lineal y basada en el poder de experto individual, a una cultura de la mejora continua genuina desde la coherencia de decir, hacer y decir lo mismo a partir de tener como centro el paciente?

  1. La resistencia activa al cambio: representada por los sitios o nichos de comodidad o seguridad que hemos adquirido en el tiempo: un cargo en el trabajo que ejercemos por largo tiempo, las rutinas que nos segurizan y de pronto nos piden hacer , decir y escribir lo opuesto, mueve el sitio de comodidad , entonces aumenta el grado de estrés y no deseo hacer eso nuevo que me piden , entonces ocupo largo tiempo en pedir “que me enseñen porque no sé , que me expliquen , tengo que estudiarlo, estoy esperando que me capaciten , no creo que vaya a resultar, acá es difícil trabajar”. El resultado de avance es cero con un alto desgaste de energías organizacionales, no hay aprendizaje ni gestión del conocimiento.
  2. La indiferencia de la enfermera: cuando yo me gradué como enfermera e hice la especialización clínica, tuve la oportunidad de leer un articulo de una revista norteamericana que se llamaba “ la indiferencia de la enfermera”. Yo no podía creerlo: ¡¡como una enfermera va a ser indiferente con las necesidades del paciente¡¡¡¡ …. Imposible. Después de 28 años cerca de las enfermeras y de los pacientes, he visto mucha , mucha indiferencia ante las necesidades de los pacientes, ante su dolor. Es importante reconocer la indiferencia y revisar las causas, tratarlas y volver a reencontrarse con la alegría de atender un paciente, de ser feliz cuidando , de ser diferente con el paciente, de ser con el paciente , de desarrollar la empatía con el paciente, sin perderse, solo para ayudarle a vivir de mejor manera la enfermedad, la muerte o la salud.
  3. Siempre lo hemos hecho así sin que pase nada: parte de la indiferencia crónica es mantener el sitio de comodidad, es cuidarlo , conservarlo , poner una barrera para no cambiarlo. Si por 30 años lo hemos hecho así ¿ para que voy a cambiar? En muy importante aquí el juicio crítico para hacer el análisis de porqué deseo mantener lo que siempre he hecho. Si hacemos siempre las cosas de la misma forma, obtendremos los antiguos resultados de siempre.
  4. Paramédico y no para el paciente: los cargos en el sistema público hasta antes de la reforma del año 2007 en Chile , establecía el cargo de “Supervisor Paramédico” en vez de Enfermera Supervisora. ¿por qué?, la enfermera es para el médico o para el paciente. Otra discordancia necesaria de revisar porque hacemos lo que hacemos señala que perdemos nuestro norte, ¿para donde vamos?. Si perder de vista al paciente ¿ para que existe la enfermera?
  5. El resentimiento: el rol de la enfermera en el equipo de salud es muy relevante, sin embargo se siente el permanente  resentimiento de no reconocimiento, a otorgar el lugar que corresponde al aporte de enfermera a la calidad de atención en salud: ¿por qué necesitamos el reconocimiento por cumplir con lo que tenemos que hacer, el mandato ético, la razón de existir de la enfermera? La energía que se gasta activando el resentimiento, esto se relaciona con el grado de desarrollo personal de la enfermera, del grado de autonomía personal y juicio crítico del profesional.
  6. La Autoreferencia: el resentimiento es parte de la autoreferencia, que constituye la falta de visión neutral y desde fuera de si mismo. Descalificar a otros profesionales por que son poco competentes para desarrollar programas de calidad, ya que sólo “las enfermeras saber hacer estos programas”, nos lleva a no constituir equipos de trabajo, base fundamental para gestionar el cambio que significa pasar a la cultura de la calidad.

La calidad de la atención en salud, se sustenta en la gestión del cuidado, por tanto, debemos estar tranquilas, no necesitamos demostrar lo que somos, solo debemos hacer lo que hay que hacer.

Enf. Esp Patricia Torres L.
patriciator@gmail.com

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