
La transición del trabajo a la casa
La capacidad de transición no se considera generalmente como una forma de auto-cuidado, pero el proceso de salir de nuestro mundo profesional y volver a entrar en nuestro mundo personal merece atención.
Dejando lo que hemos estado inmersos en las últimas 8 horas a menudo puede ser muy difícil, y cuando se trabaja en el campo de la oncología, las experiencias con más frecuencia incluye presenciar situaciones tristes y el sufrimiento de los pacientes y sus familias. Puede dejar una sensación de desorientación y toma un tiempo no sólo laboral, sino también en el trayecto a casa.
Así que ¿cómo se puede facilitar la transición del trabajo a la casa?
Período de transición
La mayoría de nosotros siguen un ritual antes de ir al trabajo: café de la mañana, pasear al perro, dejar a los niños en la escuela, leer el periódico. La construcción de un ritual para el final del día que nos desconecta de trabajo es igual de importante. Ya sea caminando, en bicicleta, autobús, tren o en auto a casa del trabajo, utiliza ese tiempo para hacer algo que claramente desplace la forma de pensar a un lugar diferente.
Una enfermera compartió su ritual de salida del trabajo en una clínica de oncología: “Yo conscientemente me quito el uniforme como un recordatorio de que estoy cambiando engranajes, escucho un CD favorito en el camino a casa y canto en voz alta. Todo esto me ayuda a llegar a casa renovada y capaz de estar presente para mis hijos y mi pareja”.
Otra enfermera habló de lo que hace en el autobús a su casa: “Cierro los ojos por unos minutos y visualizo una aspiradora en la parte superior de la cabeza que está absorbiendo toda la energía negativa que se ha acumulado en mi día. Esto puede sonar tonto, pero noto una diferencia en cómo me siento.”
Establecer límites
Llevamos muy altas expectativas de lo que puede lograrse en 24 horas y caer fácilmente en un hábito de tratar de lograr “una cosa más” en el trabajo, convirtiendo una jornada de 8 horas en un día de 9 – 10 horas. Tener expectativas razonables en el trabajo puede ayudar a la transición de vuelta a casa. Una vez en casa, el establecimiento de unos límites sobre lo que puedes hacer es importante. Equilibrar el “Deber” (lavandería, cocina, mantenimiento del auto) con el “Querer” (leer un libro, ir a un concierto) puede ser objeto de negociación con uno mismo y con la familia, por lo que las actividades menos agradables todavía se hacen, pero están distribuidas equitativamente.
Haz un plan para después del trabajo
Saber qué esperar cuando usted llegues a casa, te puede ayudar con el proceso de transición. A principio de la semana, mirar el calendario y hacer un horario para ti y todo en tu hogar para evitar el estrés de la locura de última hora. Recuerda planificar tus actividades.
Fuente: Transitioning from work to home, THE TOTAL NURSE. Agosto 2011. Revisado en la web, extracto traducido el 25 de abril 2013.
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